jueves, 30 de septiembre de 2010

Palabras de sangre

Una buena noticia.

Gran éxito de taquilla está teniendo en Francia la película "Des hommes et des dieux”, de Xavier Beauvois. Relata la vida de los siete monjes trapenses del monasterio "Nuestra Señora del Atlas" en Argelia, secuestrados el 27 de marzo de 1996, y asesinados el 21 de mayo de mayo de ese año.

Habían sido suficientemente advertidos del peligro inminente que corrían. Eligieron libremente permanecer en el monasterio. Uno de ellos escribía al respecto:

Mártir: es una palabra tan ambigua aquí ... Si algo nos pasa, aunque no lo deseo, queremos vivirlo aquí, en solidaridad con todos los algelinos y algelinas que ya han pagado con sus vidas, solidarios solamente con todos estos desconocidos e inocentes ... Permanezco profundamente maravillado.
Citado por: Bernardo Olivera O.C.S.O., Martirio y consagración. Los mártires de Argelia,
Publicaciones Claretianas (Madrid 1999) 13


El P. Bernardo Olivera, argentino y Abad General de los Trapenses por aquellos años, escribía sobre estos monjes y su testimonio:

Hace ya un par de años, en marzo de 1994, me encontré con Christian (de Chergè) en el monasterio de Timadeue. Le dije: La Orden no tiene necesidad de mártires, sino de monjes. Me escuchó y guardó silencio. Luego me miró y dijo: no hay oposición ... Hoy día le doy toda la razón: monjes y mártires. La Orden, la Iglesia, el mundo tenemos necesidad de testigos fieles que hablan con palabras de sangre desde la fuente insondable del primer amor. Tenemos necesidad de seguidores de Jesús listos a seguirlo hasta el fin y prontos a abrazar la cruz del perdón que libera y salva. Dios nos ha regalado todo eso en la persona de nuestros hermanos.
Bernardo Olivera, Martirio y consagración. Los mártires de Argelia, 15


¿Podremos ver en Argentina este filme? Espero que sí.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Testigo del Evangelio de la Gracia de Dios

Queridos amigos:

Estoy partiendo para un día de retiro. Este lunes 27 de setiembre, cumplo dos años de ordenación episcopal. El martes 28 se cumplen veinte años de la ordenación sacerdotal.

Son fechas significativas para mí. Le vengo pidiendo a Jesús dos cosas: Que me permita escuchar de nuevo su "¡Sígueme!" como la primera vez; y que me regale una conversión profunda del corazón.

En estas dos palabras - Sígueme y Conversión - sintetizo lo que se mueve dentro de mí en este tiempo.

Ando leyendo mucho a Newman por estos días. Les transcribo una de sus oraciones que he hecho mía de solo leerla una vez. Está tomada de una recolección póstuma de varios escritos espirituales, recogidos en el volumen: "Meditaciones y devociones". Dice así:

¡Oh misterio de los misterios: que el inefable amor del Padre al Hijo sea el amor del Hijo por nosotros! ¿Por qué fue así, Señor? ¿Qué viste de bueno en mí que soy un pecador? ¿Por qué te empeñas en mí? "¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, y el hijo del hombre para que tú lo visites?". Has puesto tu amor en esta pobre carne mía, esta débil alma pecadora, que no tiene vida excepto por tu gracia. Completa tu obra, Señor, y así como tú me has amado desde el principio, haz que to te ame hasta el fin.


J. H. Newman, Meditaciones y devociones, Agape Libros (Buenos Aires 2007 - 2da edición) 229

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Caminar y orar con el Pueblo de Dios

Hablando de la oración en mis correrías episcopales, tengo que hacer referencia a las procesiones. En estas últimas semanas me han tocado muchas. Una procesión: caminar rezando, llevando en andas una imagen de María, o de Jesús, o de un santo. Caminar rezando y cantando.

Procesiones en el desierto, en las parroquias rurales más alejadas. Pero también, procesiones por las calles de nuestra secularizada ciudad: un puñadito de creyentes detrás de una imagen, llevando en alto el misterio de la fe.

Como al pie de la cruz, la presencia femenina es mayoritaria. ¡Otra que sexo débil! ¡Cuánta razón tienen los teólogos que dicen que el alma de la Iglesia es femenina! Pero también hombres que caminan porque la fe es precisamente eso: un peregrinar. Y están los niños. Uno entiende un poco mejor a Jesús que sentenció: “Si no se convierten en niños no podrán entrar en el Reino de los cielos”.

Rezar con el pueblo, siendo yo mismo parte del pueblo. Estoy aprendiendo a ser obispo, a ser pastor del pueblo. Sé bien que me toca conducir, guiar y predicar en nombre del Maestro. Lo hago con verdadero gusto. No le escapo a la tarea. Sin embargo, cuando mi voz se une a la voz de los hermanos … No sabría explicarlo. Es Jesús el que lo dijo clarito: “cuando dos o tres estén reunidos en mi Nombre: Yo estoy en medio de ellos”. De eso se trata. De Jesús en medio.

martes, 21 de septiembre de 2010

Ecos de un viaje

Informa Diego Contreras en su Blog: “La Iglesia en los medios”, de las repercusiones del viaje del Papa al Reino Unido, en los medios de habla inglesa. Precisamente, Ross Douthat en el New York Times, hace una serie de apreciaciones, de las que tomo el párrafo final:

[El viaje] ha sido un momento extraordinario, y un recordatorio de la resistencia del catolicismo a través de un abismo de años que ha consumido tronos, naciones, civilizaciones enteras. Esta, sobre todo, es la razón por la que la multitud aplaudió al Papa en Edimburgo, Londres y Birmingham. Porque, casi cinco siglos después de que la fe católica fuera estrangulada, al parecer, la iglesia todavía está viva en Gran Bretaña.


El periodista americano se expresa en unos términos muy parecidos a los de Newman, el día que recibió su nombramiento como cardenal. Después de describir el peligro que el “liberalismo” suponía para la fe y la vida eclesial en su patria, el neocardenal concluía:

Tal es el estado de cosas en Inglaterra, y es bueno que todos tomemos conciencia de ello. Pero no debe suponerse ni por un instante que tengo temor de ello. Lo lamento profundamente, porque preveo que puede ser la ruina de muchas almas, pero no tengo temor en absoluto de que realmente pueda hacer algún daño serio a la Palabra de Dios, a la Santa Iglesia, a nuestro Rey Todopoderoso, al León de la tribu de Judá, Fiel y Veraz, o a Su Vicario en la tierra. El cristianismo ha estado tan a menudo en lo que parecía un peligro mortal, que ahora debemos temer cualquier nueva adversidad. Hasta aquí es cierto. Pero, por otro lado, lo que es incierto, y en estas grandes contiendas es generalmente incierto, y lo que es comúnmente una gran sorpresa cuando se lo ve, es el modo particular por el cual la Providencia rescata y salva a su herencia elegida, tal como resulta. Algunas veces nuestro enemigo se vuelve amigo, algunas veces es despojado de esa especial virulencia del mal que es tan amenazante, algunas veces cae en pedazos, algunes veces hace sólo lo que es beneficioso y luego es removido. Generalmente, la Iglesia no tiene nada más que hacer que continuar en sus propios deberes, con confianza y en paz, mantenerse tranquila y ver la salvación de Dios. «Los humildes poseerán la tierra y gozarán de inmensa paz» (Salmo 37,11).


Tengo un poco de fiaca para ir a buscar el tomo de “La comunidad del Anillo”, pero: ¿no le dice Gandalf a Frodo algo similar, en aquel maravilloso capítulo: “La sombra del pasado”, acerca del real alcance del poder del mal?

PD. Por "liberalismo", Newman entiende una corriente que afirma que no hay verdades positivas en la religión, por tanto, no existe una "religión verdadera". Todas son iguales. La religión revelada se reduce a un sentimiento o un gusto personal. El sujeto es, en definitiva, el criterio de medida.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Grupos de oración

Visitando las comunidades cristianas de Mendoza me voy llevando una grata sorpresa: en muchas existen grupos de oración de la más variada índole. No son necesariamente muy numerosos, pero están aquí y allá. Pienso que muchos más permanecen “en lo secreto”, como enseñaba Jesús. “En lo secreto”, allí donde solo el Padre ve.

Lo cierto es que, como pastor, me voy encontrando con la tarea (hermosa, por cierto) de animar a esos grupos a perseverar en la oración. No es necesario apelar a grandes ideas. Basta un empujoncito, unas pocas palabras. Nos entendemos rápido.

He repetido de memoria unas palabras del Siervo de Dios Juan Pablo II que transcribo abajo en su tenor literal:

Pero se equivoca quien piense que el común de los cristianos se puede conformar con una oración superficial, incapaz de llenar su vida. Especialmente ante tantos modos en que el mundo de hoy pone a prueba la fe, no sólo serían cristianos mediocres, sino «cristianos con riesgo». En efecto, correrían el riesgo insidioso de que su fe se debilitara progresivamente, y quizás acabarían por ceder a la seducción de los sucedáneos, acogiendo propuestas religiosas alternativas y transigiendo incluso con formas extravagantes de superstición. Hace falta, pues, que la educación en la oración se convierta de alguna manera en un punto determinante de toda programación pastoral.

(Novo millenio ineunte 34).

Al repasar mi propia experiencia de fe, el rol decisivo de la oración se destaca con claridad. Ya he contado en uno de los primeros post lo que significó para mí, siendo todavía un adolescente, ser introducido por el P. Tarcisio Rubin, en el misterio de la oración con los Salmos.

Al tomar contacto con estos grupos tengo la impresión de acercarme al alma invisible de esta Iglesia Diocesana de Mendoza. Lo comparto con ustedes, porque es una buena noticia para todos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Transparencia de Cristo

El Papa está iniciando su esperado viaje al Reino Unido. La beatificación del cardenal Newman será, sin duda, el momento culminante.

Gracias a Dios, hoy es posible tener información directa de estos eventos. Es decir, reduciendo al mínimo la “mediación” de los medios de comunicación social que, al mentos en lo que hace a la Iglesia católica y al Papa, tienen una opción tomada. No todos, es cierto, pero sí la gran mayoría. ¿Qué opción? Al Papa: leña.

Dicho esto, paso a comentar lo que me interesa realmente. Hemos tenido en tiempo real la traduc-ción del diálogo del Papa con los periodistas en el avión de Alitalia que lo llevaba a Edimburgo. Otro logro del Papa Ratzinger: hasta estas breves (pero enjundiosas) conferencias de prensa logran ser un acto comunicativo de primera. Algo que no ocurría con Juan Pablo II.

De las preguntas que le han hecho rescato la segunda intervención del Papa. El periodista termina preguntándole: “¿Se puede hacer algo para mostrar a la Iglesia como institución más creíble y atractiva para todos?”. Aquí la respuesta del Pontífice:

“Diría que una Iglesia que busca sobre todo ser atractiva, estaría ya en un camino equivocado. Por-que la Iglesia no trabaja para sí, no trabaja para aumentar los propios números, el propio poder. La Iglesia está al servicio de Otro, sirve no para sí misma, para ser un cuerpo fuerte, sino para hacer accesible el anuncio de Jesucristo, las grandes verdades, las grandes fuerzas de amor y de reconci-liación que han aparecido en esta figura y que vienen siempre de la presencia de Jesucristo. En este sentido, la Iglesia no busca el propio atractivo sino que debe ser transparente para Jesucristo. Y en la medida en que no está para sí misma, como cuerpo fuerte y poderoso en el mundo, sino que se hace sencillamente voz de Otro, se convierte realmente en transparencia para la gran figura de Cristo y las grandes verdades que ha traído a la humanidad, la fuerza del amor. En este momento, se escucha y se acepta que la Iglesia no debería considerarse a sí misma sino ayudar a considerar a Otro, y ella misma ha de ver y hablar de Otro y por Otro. En este sentido, me parece también que anglicanos y católicos tienen el mismo deber, la misma dirección que tomar. Si anglicanos y católicos ven ambos que no sirven para sí mismos sino que son instrumentos para Cristo, amigos del Esposo como dice san Juan, si ambos siguen la prioridad de Cristo y no de sí mismos, entonces van juntos. Porque entonces la prioridad de Cristo los une y no son ya competidores, cada uno buscando el mayor número, sino que están juntos en el compromiso por la verdad de Cristo que entra en este mundo, y de este modo se encuentran también recíprocamente en un verdadero y fecundo ecumenismo.”

Lo que yo subrayo: “En este sentido, la Iglesia no busca el propio atractivo sino que debe ser trans-parente para Jesucristo.”

Me voy a quedar dando vueltas a esta idea.