A continuación
les ofrezco mi traducción (un poco dura) de una breve reflexión del director
del diario italiano “L’Avvenire”, que pertenece a la Conferencia Episcopal
Italiana. Es de la sección: “El director responde”. Creo que no tiene
desperdicio.
El director responde
“Anticristianismo
serial. Un signo”
Querido director:
El Vaticano y sus
“intrigas” es, hoy por hoy, el tema dominante de las librerías. Los libros
contra el cristianismo, novelados o no, ya ni se cuentan. Me pregunto: ¿quién
los compra si son todos más o menos iguales? Y también: ¿por qué tanta furia,
de manera particular, contra este Papa, mientras que, sobre otras religiones,
estos valientes escritores permanecen callados?
Enzo Bernasconi, Varese
Está bien, ¿por
qué tanta insistencia contra los cristianos y, de manera especial, contra los
católicos? ¿Por qué tantos ataques contra la Iglesia fundada sobre Pedro, la
roca, el pescador de hombres enamorado del Verbo, el siervo de los siervos
llamado por Cristo a ser fuerte incluso en sus debilidadades para confirmar a
sus hermanos? Son las preguntas de siempre, querido señor Bernasconi. Las
preguntas que acompañan la constatación del amor que se manifiesta en la
Iglesia indudablemente hacia el Papa y la misma Iglesia.
Créame: la
malicia puede parecer mediáticamente más fuerte, sin embargo en la realidad no
es así. Incluso si la lapidación a golpes de palabras puede aparecer devastante
e incluso definitiva, la milenaria historia de la Iglesia (sea con sus páginas
más luminosas que con aquellas marcadas por la sombra) confirma la promesa que
resuena en el “non praevalebunt” (traduzco: las puertas del infierno “no
prevalecerán” contra la Iglesia).
Profundizando un
poco más: desde siempre sabemos que toda forma de malcontinuará a ser dicho (y
escrito) contra los cristianos. Y sabemos que si esto acontece o tendrá lugar,
será porque hemos seguido sin dudas a Aquel que es el Camino, la Verdad y la
Vida -y en el caso del Papa constatamos cada día que es justamente por esto que
viene atacado- podemos incluso evangélicamente “alegrarnos”, nosotros que no
nos resignamos jamás a la injusticia.
Me alegro incluso
que “otras religiones”, como usted señala, no sean objeto de similar ataques.
Poco importa que esto acontezca por oportunismo, por conveniencia, por temor o
tal vez, y así lo espero, por puro y simple respeto. También esto, así como la
evidente predilección por el anticristianismo serial, es un signo. Un signo que induce a las personas inteligentes, como también a quien está en la
búsqueda sincera de Dios y del encuentro con Jesús, a reflexionar y a abrir los
ojos y el corazón.
Además, querido
amigo, furia y persecuciones contra cualquier ser humano constituyen siempre un
error. Siempre.
Marco Tarquinio
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