Mendoza, 31 de
mayo de 2013
Fiesta de la
Visitación de María
A todos los fieles católicos
de la Diócesis de San Francisco.
Queridos hermanos
y hermanas:
Hoy, viernes 31
de mayo, se ha hecho pública mi designación como obispo diocesano de San
Francisco.
Es la Visitación de María. Una fiesta con sabor “misionero”: contemplamos a María que, apenas sabe del estado de Isabel, apura el paso para ponerse a su servicio.
Es una imagen muy
elocuente de lo que siento en estos momentos. Desde el día en que supe que el
Papa Francisco me había nombrado su obispo, se despertó en mí el deseo de salir
al encuentro de ustedes, de conocerlos, de escucharlos y orar juntos.
Yo también
quisiera apurar el paso para compartir con ustedes la alegría de conocer a
Jesús y de darlo a conocer a los demás. Mucho más, sabiendo que ha pasado buen
tiempo desde la partida del querido mons. Carlos Tissera a Quilmes.
Dios mediante, el
inicio del ministerio tendrá lugar el domingo 25 de agosto. Hasta entonces, este
deseo alimenta la oración ferviente y la súplica confiada al Buen Pastor.
Los invito a estar
unidos en la oración de todos los días. Recen por mí, que yo lo hago por cada
uno de ustedes: los presbíteros, los fieles laicos y los consagrados. Aunque,
de manera especial, mi oración es por los pobres, los enfermos, los ancianos,
los niños y los jóvenes.
Que el Señor nos
conceda a todos la gracia de ponernos a la escucha de su Palabra para que sea
Él quien nos siga guiando por los caminos de la misión y de la comunión.
Ofrezco también
mi oración por la entera comunidad de San Francisco, sus autoridades civiles,
sus fuerzas vivas y organizaciones. Espero poder sumarme, desde mi rol de
obispo, a la tarea siempre estimulante de edificar el bien común y la amistad
social.
Quisiera hacer
llegar un saludo especial a las comunidades parroquiales de la diócesis. En la
parroquia la Iglesia crece como familia visible de Jesús, animada por el
Espíritu y misionera. De manera particular, mi bendición a las que están
celebrando el Jubileo de sus bodas de oro.
Vuelvo a mirar a
María, Nuestra Señora de Fátima. A Ella le pido que cuide de cada uno de ustedes
y a mí me enseñe a ser servidor de la fe y de la alegría del pueblo.
Inspirándome en
la figura evangélica de San Francisco le pido al Señor que los bendiga y los
proteja, les muestre su Rostro y les dé su paz.
Hasta pronto,
+ Sergio O.
Buenanueva
Obispo electo de
San Francisco
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