jueves, 12 de noviembre de 2009

En Luján


Ayer, miércoles 11 de noviembre, los obispos argentinos peregrinamos al Santuario Nacional de Luján. Concelebramos la Eucaristía, bajo la mirada de la pura y limpia Concepción de María. A los pies del altar estaban las reliquias del Santo Cura de Ars.
Suplicamos a Dios por la Misión continental en nuestra patria. Nos comprometimos a acompañar el impulso misionero que, de Aparecida, recorre todo el continente.
La figura de San Juan Bautista María Vianney, humilde y santo párroco, es una preciosa indicación del único camino que conoce el Evangelio para transformar vidas y pueblos: la santidad, aquí en la tierra y camino al cielo. Lo demás es retórica vana y vacía.
A la Virgencita de Luján nos confiamos. El corazón amigo del Santo Cura de Ars interceda por nosotros.

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