El pasado fin de semana, el Papa Benedicto XVI ha visitado Brescia, lugar de nacimiento de Pablo VI. He leído rápidamente la homilía en Brescia, y el discurso al inaugurar la nueva sede del Instituto “PabloVI”, en Concesio, junto a la casa natal del Papa Montini.
Siempre me ha parecido que, entre Ratzinger y Montini hay muchos puntos de contacto. Al menos dos: ambos poseen la personalidad espiritual del intelectual católico, formado en la tradición viva de la Iglesia y que, por lo mismo, tienden a pensar y calibrar cada cuestión “según la totalidad”; por otra parte, ambos han debido pastorear al Pueblo de Dios aferrados a la cruz de Cristo o, sencillamente, crucificados.
La cruz es el trono del Logos de Dios hecho carne. Pensar “según la totalidad” es adquirir la ciencia de la cruz. Estos dos aspectos que he señalado se reclaman mutuamente.
La cruz es el precio de la libertad. Y una Iglesia libre, como la que nos han dejado en herencia Pablo VI y Juan Pablo II, es la que brota del costado abierto del Crucificado.
Reza la liturgia de la Iglesia:
“Dios nuestro, que con el escándalo de la cruz has manifestado de una manera admirable tu sabidur-ía escondida, concédenos contemplar, con tal plenitud de fe, la gloria de la pasión de tu Hijo, que encontremos siempre nuestra gloria en su cruz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.” (Vísperas del Viernes de la II semana).
Padre Sergio, me interesaria que puedas si se puede ampliar este decir...."pensar y calibrar, cada cuestion, segun la totalidad"...profundizarlo un poco más.Ya que parte de las realidades de estos dos hombres,; ayuda e ilumina el conocer un poco más a nuestro Papa.Gracias por este espacio que permite una respetuosa libertad para expresarse...
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