viernes, 13 de noviembre de 2009

Cuando los santos pasan



Es difícil condensar en pocas palabras las intensas jornadas vividas con ocasión de la visita del corazón incorrupto del Santo Cura de Ars.
Digo solamente esto: un paso de Dios, un acontecimiento de gracia, un momento de alegría muy serena y profunda.
Sorprendente la respuesta de los fieles, laicos, sacerdotes y consagrados. El miércoles por la noche en el Seminario, durante la Misa y la oración en la Catedral la mañana del jueves, el encuentro del Presbiterio, y el paso por los Monasterios.
El paso de Dios se reconoce por sus frutos, y la alegría serena que brota de la fe es uno de ellos.
En este Año sacerdotal, redoblamos nuestra oración por la santidad de los curas.

8 comentarios:

  1. P. Sergio, con respecto a ..."redoblamos la oracion por la santidad de los curas", se de tantos que ofrecen y oran por ustedes los obispos y los parrocos. Por los curas ancianos, adultos, adultos en crisis o desorientados, jovenes reveldes, en especial por los recien ordenados para que perseveren. Porque se ama a la Iglesia, que es de Cristo, y ustedes los curas en este año en especial, buscando la comunion en la diversidad, justo esto que tanto enriquece. P.Sergio te queria preguntar, como acompañas a tus sacerdotes; que muchas veces al observarlos me preocupan y ocupan un lugar de predileccion. Digo en broma.." que primero debió existir un Plan Pastoral para sacerdotes y despues para laicos"...Gracias Padre y Pastor, ojala me puedas compartir como va tu tarea nada fácil de acompañar a tus hermanos,para que vivan segun Cristo. Gracias y seguiré deseando con el corazon mi Iglesia de Mendoza cada vez más crecida junto a los pastores.

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  2. Querido amigo anónimo: el pueblo de Dios tiene un amor muy sincero y evangélico por sus pastores, especialmente por los más débiles. Sé por experiencia propia y directa que la oración de la iglesia nos sostiene.
    Pusiste el dedo en la llaga. Delante de Dios me pregunto si lo que he podido hacer por los sacerdotes, en este poco tiempo como obispo, ha sido suficiente. He tratado de visitar y escuchar a los mas que he podido. Seguro que es necesario también aquí redoblar esfuerzos.

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  3. Veo la foto y no puedo no pensar lo que a menudo me salta a la vista en estas concelebraciones presbiterales, y que esta vez, ante el corazón sacerdotal del santo Cura de Ars debe haber sido doblemente curioso: y es que, ya en camiseta, ya con riguroso amito, 60 curas han celebrado coram Deo, casi-casi sin darse cuenta. ¿Habrán sentido —como alegan cada tanto algunos— esa extraña sensación de estar celebrando “de espaldas”? ¿O cuando la ideología queda distraída, el corazón religioso sólo registra estar orientado hacia el Señor?

    Al menos, valga anotar la anécdota como sutil bocanada del buen humor divino.

    Con respeto,

    FRM

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  4. Estimado Mons:

    Creo que ha sido una gracia la presencia de las Reliquias del Cura de Ars. Lamento mucho el modo y el estilo de organizaciòn que me parece que ha sido desfavorable para poder participar. Creo que esta visita adoleció de ECLESIALIDAD (con mayúsculas)

    Pero no quiero dejar pasar un torbellino de ideas que vienen a mi mente.
    Se me ocurre pensar en la figura de este santo sacerdote y me pregunto: Juan María Vianney, ¿tendrìa lugar en un diòcesis como esta? Y a veces pienso que no, porque si mal no recuerdo al Cura de Ars le costaba tanto a estudiar, que hasta su ordenaciòn fue puesta en duda. ¿Por qué digo esto?, porque me parece que se le rinde demasiado culto a la intelectualidad (ud publicó casi una apologìa de la cualificaciòn académica de los sacerdotes en Roma y de la importancia de este esfuerzo para la diòcesis) y a este nuevo leitmotiv (cualificaciòn) que se está colando lamentablemente en el discurso. ¿Qué lugar podría tener este pobre cura limitado intelectualmente...?

    Y eso me da pie a pensar una segunda cuestión: si el pobre de Juan María estuviera en nuestra diócesis, ¿dónde sería párroco? Seguro que bien lejitos de la ciudad, en la zona rural donde nadie quiere ir porque hay que llenarse de tierra, arremangarse, estar con la gente y trabajar mucho de sol a sol... total el centro y las parroquias situadas en zonas de mayor concentración económica son para curas "inteligentes" y de "buena verba".

    Es muy triste pensar que el sistema de beneficios de la Iglesia Tridentina siga de algún modo perdurando aún después del VAticano II. Como también es triste ver como algunos sacerdotes que han tenido una sombría actuación como párrocos y como administradores de la economìa de una comunidad, van de parroquia en parroquia drenando sus ahorros y desgastando la confianza y la buena fe de sus fieles... y lo peor de todo es que no tienen ningún correctivo.

    Concluyo agradeciendo de alguna manera la presencia del Cura de Ars, al menos en sus reliquias, porque dudo que si hubiera otro como él entre todos nosotros y el clero nos diéramos cuenta...

    Lucho

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  5. Hola Lucho. La visita podría haber sido mejor organizada, es cierto. De todas formas, creo que fue un hecho profundamente eclesial. Yo le sigo dando gracias a Dios. Si la santidad del Cura de Ars floreció en las circunstancias concretas de su tiempo, creo que podemos esperar que Dios siga obrando de la misma manera, también entre nosotros.

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  6. Hola Mons!

    Le agradezco su respuesta, también este espacio y que quiera abrir sus vida al relatar sus experiencias y vivencias como obispo.

    Dios quiera, y los hombres y mujeres también, que florezca en el jardín de la Iglesia de Mendoza esa santidad que todos necesitamos y sigamos rogando para que cuando florezca no la cortemos confundiendo flores con cizaña.

    Saludos

    Lucho

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  7. Excmo.
    el Título que encabeza esta nota me hizo recordar una expresión del beato Card Schuster que dirigía a los seminaristas de la Iglesia ambrosiana. Lo comparto y lo llevamos a la oracion.
    "No tengo otro recuerdo que darles que una invitacion a la santidad.
    la gente parece que no se deja convencer por nuestra predicación pero, frente a la santidad todavía se arrodilla y reza.
    la gente parece que vive ignorante de las realidades sobrenaturales, indiferente a los problemas de la salvación.
    Pero si un santo auténtico, vivo o muerto pasa, todos acuden a su paso".
    Si. un santo pasó entre nosotros, habrá que seguir su estela.
    En Cristo.

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  8. P. Buenanueva:
    Con motivo de la llegada de las Reliquias del Santo Cura de Ars, hice el comentario en esta sección respecto de que la organización no había contemplado horarios y lugares para el público en común, para las familias, para los que trabajamos, etc.
    Mi sorpresa! es que veo que mis comentarios han sido sacados de esta entrada.
    Si a Ud. o a cualquiera le pareció mal una crítica que apuntaba a mejorar una futura visita de otra reliquia... Espero comentarios.
    María Cristina

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