La prensa ha acusado recibo de las palabras del Papa en el homenaje a la Inmaculada en la Plaza España de Roma: “Cada día, de hecho, a través de los periódicos, la televisión, la radio, el mal es narrado, repetido, amplificado, acostumbrándonos a las cosas más horribles, haciéndonos insensibles y, en cierto sentido, intoxicándonos, pues lo negativo no se digiere plenamente y día tras día se acumula. El corazón se endurece y los pensamientos de hacen sombríos.”
Es una lectura sabia de la realidad. Sin embargo, el eje del mensaje papal está en otro lado. Llaman-do la atención sobre la presencia de la figura de la Inmaculada en los pueblos y ciudades, el Santo Padre se ha preguntado: “¿Qué le dice María a la ciudad? ¿Que les recuerda a todos con su presen-cia?”. Aquí la respuesta: “Recuerda que «donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Roma-nos 5, 20), como escribe el apóstol Pablo. Ella es la Madre Inmaculada que repite también a los hombres de nuestro tiempo: no tengáis miedo, Jesús ha vencido al mal; ha vencido su dominio desde su raíz.”
«Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rom 5,20). En el complejo entramado que es la Carta de San Pablo a los romanos, este versículo saca a la luz lo que para el Apóstol constituye el secreto dinamismo de toda la historia de la salvación: el amor gratuito de Dios, manifestado en Cristo, y que es siempre mayor, más fuerte; tiene y tendrá la última palabra sobre la historia humana.
Sergio: algunos comentarios.
ResponderEliminar1. La opinión del papa respecto a los medios es relativa y reduccionista. Cualquiera que lea un diario se dará cuenta que hay de todo, depende del diario, de su perfil y segmento de lectores. Lo mismo pasa en la televisión. Decir que todo lo que informan los medios es ruin me parece escupir para arriba.
¿Y en su iglesia cómo andan las noticias? ¿Hay noticias? ¿De qué tipo? ¿Para crear masa crítica o para atontar a los laicos? ¿No se ocultan algunas cosillas? ¿Hay libertad de expresión, o se reprime la expresión de los pensamientos?
2. Tema de la virgen: su pregunta “¿Qué le dice María a la ciudad?", está mal hecha. Una cosa es qué le dice la inmaculada, la virgen, los dogmas elaborados por hombres, y otra qué les dice a las personas la laica y judía María. Son enfoques distintos.
Dice Drewermann respecto a la visión que los curas tienen de María (y que se refleja en su post del miércoles 09/12): “… la mística de la Virgen María, según se practica en la Iglesia Católica, aparece como una contrapartida ascética y como una imposición compulsiva de los deseos sexuales originariamente reprimidos. Y así, el resultado es una tremenda infantilización de los resortes afectivos, una enorme acumulación de miedos pubertarios y una hiperactividad imaginaria, que oscila continuamente entre la sublimación de la madre pura y el miedo a determinadas obsesiones sádicas” (Clérigos, Trotta, pág. 476).
Las primeras que tienen que opinar son las mujeres, ver la actualidad y vigencia de la figura de María, después sacar conclusiones.
Entiendo que sea un poco fuerte lo transcripto, pero es lo que Ud. refleja. Anímese a decir sus propios pensamientos, no a repetir de memoria doctrina, no sirve, no le sirve a la mayoría que no practica su religión, salvo que está resignado y hable para un público cada vez más escueto y acrítico.
Un cordial saludo.
Carlos Lombardi.
Hola Carlos. ¡Qué nostalgia volver a escuchar de Drewermann! Rememoro mis años de estudiante en Roma. Entonces leí "Kleriker". Creo que en 1996.
ResponderEliminarSu breve cita de Drewermann no me parece "fuerte" sino triste. Refleja el hondo pesimismo antropológico de buena parte de la cultura moderna: reducir el hecho religioso, como otras expresiones del espíritu humano, a neurosis por la represión de la pulsión sexual.
Como contrapunto: la figura de María como la presenta la fe eclesial. Sí: el dogma mariano, luminoso, joven. Palpita en él el realismo católico: "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (Rom 5,20).
Es lo que predica la Iglesia, y con ella, este obispo.
Lo que dice el Papa de la prensa es materia opinable. Es cierto. Pero, para mí, muy sensato.
Dios lo bendiga,
Sergio.
Estimados Sergio y Carlos:
ResponderEliminarAl muy buen contrapunto (de alto vuelo por cierto) humildemente quiero agregar solamente que cuando se habla del Dogma de la Iglesia Católica de la "Inm. Concepción de la Virgen" hay que aclarar que se trata de la Iglesia Catòlica Occidental (o Romana, aunque no se use más esta denominación) ya que este dogma se proclamó sin consentimiento o participación (por decirlo de una manera) de la Iglesia Católica Ortodoxa.
Y por otro lado agrego simplemente que el "Doctor Angélico" entre otros grandes de su época no la consideraban dogma.
Por último opino que es un poco peligroso (esto lo dejo a los especialistas) este dogma ya que tiene muy poco sustento bíblico.
Saludos...
Lucho
Sergi:
ResponderEliminarO leyó mal a Drewermann o no se acuerda. Me imagino que debe ser lo segundo porque está haciendo lo mismo que critica:reduccionismo. Cuando tenga tiempo relea algunos párrafos.
En ningún documento de su iglesia encuentro un “optimismo” antropológico.
El contrapunto de María ya no dice nada,sobre todo como la presenta la “fe eclesial”. E mismo Drewermann habla de la “piedad de funcionarios” (se refiere a los obispos), muy desactualizada.
La única respuesta se ve en la religiosidad popular, bastante superficial, por cuanto esos mismos que van a las procesiones, pasan luego por las farmacias a comprar preservativos o se los ve en tribunales tramitando su divorcio.
¿Un dogma joven? ¿Lo dice por la época en que se promulgó? ¿O por su contenido?
Un cordial saludo.
Carlos
Lucho:
ResponderEliminarGracias por leer mi comentario. Comparto su visión respecto al dogma mariano. Mi enfoque no aborda lo teológico (no soy teólogo), sino más bien a lo sociológico, a la vida de las personas y la respuesta que estas dan al dogma.Un cordial saludo.
Carlos.
Carlos y Sergio (aquí vos de nuevo...)
ResponderEliminarCarlos agradezco la respuesta. Quiero aclarar que mis enfoques son más filosóficos
Igual aprovecho para agregar unas cositas que me surgieron luego de releer lo que están debatiendo.
Introduzco el tema más o menos así "Omne verum quaequmquoe dicatur, Spiritus Sanctus procedit", o sea, "toda verdad quien quiera que la diga procede del Espíritu Santo"; que sería una versión un tanto más elegante de un antiguo refrán griego: "La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero"
Con esto quiero decir que a propósito de las simpatía o antipatías del Papa Benedicto, lo que dice es en parte cierto. Pensemos en todas las hipótesis imprudentes que se tejieron y difundieron (sean ciertas o no) en torno al triste caso Pomar, por citar uno de singular relevancia.
Dando un paso más, yo pienso de que el papa Benedicto tuvo la mala suerte de llegar al papado con muy mala prensa. No sé si son verdad todas las cosas dichas sobre él. Si puedo decir que lo he leído como teólogo y como Papa y he encontrado cosas de mucha profundidad y simpleza, cosa que no tenía Juan Pablo II. Leer algo de JPII (o los libros escritos por Karol Wojtyla) es realmente un desafío intelectual muy desgastante.
A propósito de esto yo he eschado mucha gente añorar a JP II y a mi me da cierto escalofrío. Sin duda fue una persona importante y clave, pero muchas cosas que me hicieron dudar de "Juan Pablo el Magno" o el "Santo Subito", entre ellas es notar como los movimientos integristas y de ultraderecha tuvieron una proliferaciòn enorme durante su papado.
A esto hay que agregar que durante el Papado de JPII se consolidó jurídicamente e institucionalmente el Opus Dei, cuya historia de fundación, configuración jurídica y actuación y presencia es muy poco clara y feliz. También hay que agregar el crecimiento de congragaciones como El Verbo Encarnado y Los Legionarios de Cristo cuyo fundador (amigo personal de Juan Pablo) se encuentra recluido (preso) en un monasterio luego de que se comprobaran acusaciones gravísimas en su contra (esta movida creo que fue una de las primeras que realizó Benedicto como papa, porque la situación no daba para más). Y por último nunca me cerró como creció de manera de desmedida la funciòn de la secretaría de estado con el Cardinale Sodano al frente.
Comparto con Carlos que en información la Iglesia no se ha destacado mucho. En lo macro: sucesos como los sacerdotes pederastas en Estados Unidos, la dictadura en la Argentina (donde hay un tendal de curas y obispos que obraron mal) y en si el manejo de la informaciòn, las decisiones siempren dejan un halo de dudas y poca claridad.
En lo micro, concretamente en Mendoza, la situación no es muy distinta y cito algo anecdótico.
Con algunos miembros de mi familia colaborabamos para una fundación de que se ocupaba del Seminario. Siempre me llamó la atención que nunca nos llegara aunque sea una rendición de lo actuado en el año, cosa que por ser socios creo nos merecíamos.
Luego charlando con gente más allegada al tema y me entero de que no todo el dinero se destinaba para tal fin, sino que se distribuía entre otras prioridades y obras de la diócesis, lo cual me llenó de enojo porque a nadie se le dijo eso. Y si me pongo a hilar fino, hay en esto cierto sabor a inmoralidad porque no se está respetando la voluntad del donante...
En conclusión, yo he escuhado a algunos predicar que la Iglesia se dice a sí misma Madre y Maestra, pero creo que en el camino se olvidó de ser hija de Dios y alumna de Jesús. Porque en definitiva saber informar con sinceridad, verdad y firmeza habla de la humildad y esto no se puede disfrazar bajo el velo de un falso concepto de "prudencia" que es por definición: "la regla recta de la acción".
Sin más, los saludos y agradezco a ambos.
Lucho
Escribo desde Bs. As. (donde atiende Dios). Les agradezco las intervenciones. Mis comentarios son necesariamente breves, casi telegráficos.
ResponderEliminarCarlos: cuando hablo de la juventud del dogma mariano me refiero, ante todo, al contenido. Creo sinceramente que es un eco del mensaje central del evangelio: Dios rehace al hombre. También se puede hablar de juventud por los apenas 150 años de la definición de Pío IX.
Usted tiene razón: mi memoria se vuelve brumosa con las citas de Drewermann. Usted sabrá recordarme lo que yo olvide.
Lucho: lamento no conocer mejor la teología de oriente y el estado actual de los diálogos ecuménicos sobre temas mariológicos. Lo poco que sé (recuerdo algunos sermones de Lutero o el culto a la "Toda santa" en oriente)me hace pensar en correspondencias doctrinales muy hondas entre las diversas tradiciones.
La información en la Iglesia. Quisiera destacar los pasos dados. Sé que son insuficientes. Cuesta transaparentar algunos procedimientos.
Respecto a la Fundación Compartir: desde el principio, Mons. Rubiolo la destinó a las obras diocesanas. Claro, la primera de todas: el Seminario. Cuando éste estuvo listo, Arancibia redefinió los porcentajes para beneficiar a otras obras: Curia, Casa del clero. Me consta que se instruyó específicamente para que esto se informara a los contribuyentes. Arancibia redactó personalmente la información a dar. Lamentablemente no se cumplió como era debido, sobre todo los cobradores cortaban por lo sano: "vengo por la cuota del Seminario".
Me detengo. Gracias nuevamente.
Sergio
Monseñor:
ResponderEliminarLe agradezco mucho su respuesta y la honestidad para contestarme. Realmente no sabía como fue lo de la fundación, pero lo que ud pone en sus últimas fue tal cual nos pasó y fue lo que luego originó nuestra perplejidad al no saber bien el destino de los fondos.
Lucho