Al celebrar al Santo Obispo Ambrosio de Milán (340-397), la oración de la Iglesia me ha hecho meditar en el ministerio confiado.
"Hombres según el corazón de Dios" es una expresión muy hermosa, pero también exigente. Nos consuela saber que es la promesa de Dios a su pueblo, al comprobar el fracaso de los pastores humanos: "Les daré pastores según mi corazón" (Jer 3,15).
Dios y Padre nuestro, que hiciste del obispo san Ambrosio
un maestro de la fe católica y un testigo admirable de fortaleza apostólica;
suscita en tu Iglesia hombres según tu corazón,
que la guíen con firmeza y sabiduría.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
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