La Cámara de Diputados de Mendoza ha dado media sanción a un
proyecto para que la provincia adhiera y adopte la “Guía técnica para la atención
integral de los abortos no punibles” del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable del Ministerio de Salud de la Nación.
Se trata de un tema clave para el bien común: el derecho a
la vida de todo ser humano. Es necesario que las fuerzas vivas de la sociedad ofrezcan
su aporte a la tarea del legislador: sancionar leyes justas y razonables,
fundadas en valores objetivos y universales.
Al respecto, y como pastores de la Iglesia católica en
Mendoza, nos parece oportuno contribuir con algunas breves consideraciones de carácter
ético.
- El aborto es la eliminación deliberada de un ser humano inocente en la fase inicial de su existencia. Es una grave injusticia. No puede ser considerado un derecho. Tampoco un acto médico.
- El doloroso caso de violación seguida de embarazo reclama del Estado la res-ponsabilidad específica de tutelar de manera integral la vida humana de las dos personas involucradas: la madre y el hijo.
- El aborto nunca es una
solución. En estos casos, el Estado puede y debe ofrecer alternativas más respetuosas
de la dignidad humana de la mujer y del niño por nacer, por ejemplo: favorecer
efectivamente la maternidad y la adopción.
- Si los casos de abortos no
punibles tienen ya objeciones ético-jurídicas de fondo, estos protocolos despiertan
también agudos interrogantes: un delito contra la vida inocente pasa a convertirse
en un derecho reglamentado por el Estado.
Esperamos que en el debate parlamentario prime un claro reconocimiento
de la dignidad de la persona por nacer y sus derechos, en el marco de un genuino
federalismo.
Mendoza, 20 de septiembre de 2012
+ José María
Arancibia
Arzobispo de Mendoza
+ Sergio O.
Buenanueva
Obispo auxiliar
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