El estupor y el repudio fue inmediato. También el linchamiento mediático de los de siempre.
Lo cierto es que ni llamó "genocidas" a nadie, y mucho menos pidió que los echaran de la patria.
¿Qué había ocurrido?
Una mezcla de cosas:
1. el texto de una carta del obispo para la Jornada del niño por nacer en la que se preguntaba, refiriéndose al aborto: "¿No estamos ante las puertas de un 'sangriento' pero silencioso genocidio?"
2. una oración rezada el Viernes Santo en la que se pedía que "esa triste realidad (la del aborto) se aleje de nuestra patria" - No dijo (pequeño detalle): que se eche de la patria a los que abortan.
3. Las declaraciones del obispo en una entrevista que se puede apreciar abajo en Youtube.
Esta parece seguir siendo la máxima de algunos comunicadores.
¿Es falta de ética profesional? ¿Falta de inteligencia para entender lo que el otro quiere comunicar? ¿Búsqueda desesperada de una noticia impactante?
A veces, tengo la impresión que todo vale con tal de caricaturizar a los que no piensan como es polítcamente correcto. En fin.
Dejo abajo el enlace para que se pueda apreciar el tenor exacto de las palabras del Obispo de Oberá, Damián Bitar. En AICA está la carta en la que Damián Bitar explica sus dichos.
Cada uno saque sus conclusiones.
http://youtu.be/oUAOsz0qIQM
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