Este fin de semana realicé la Visita Pastoral a la Parroquia “María Auxiliadora” de Los Corralitos.
La Visita comenzó el jueves por la tarde con un momento de oración ante el Santísimo Sacramento y la celebración de la Eucaristía. Es el primer encuentro del obispo: con la comunidad reunida y el párroco, pero, sobre todo, con Jesús. Todos en oración frente al Señor, para escuchar su palabra y adorarlo.
La finalidad de una Visita Pastoral es reavivar la fe del pueblo de Dios. Para ello, el obispo debe ponerse a la escucha de la voz de Cristo, que es el Pastor que guía a su pueblo.
Del viernes al domingo, tuve oportunidad de visitar distintas comunidades cristianas, encontrarme con varios grupos de personas, y de reunirme con los dos Consejos parroquiales. El encuentro con el Consejo de Pastoral fue particularmente hermoso: cada una de las comunidades que componen la parroquia presentó al obispo sus búsquedas, logros y desafíos. Terminamos compartiendo un momento de diálogo sobre aspectos importantes de la vida parroquial.
Como siempre, un momento especialmente rico fue la visita a algunos enfermos de la comunidad parroquial. En este caso: dos personas que han colaborado mucho con la parroquia y comparten, desde hace años, la cruz del dolor con Jesús. Por supuesto, también el encuentro con los niños y los jóvenes.
El sábado, frío y lluvioso, nos reunimos en la casa de una señora que vive en el Barrio "Las Chacras". Allí tomamos algo caliente y unas riquísimas sopaipillas. Los chicos de catequesis me entregaron un afiche con sus manitos dibujadas y sus nombres. Lo he puesto en mi capilla.
Para mí ha sido un momento de renovación espiritual. Le doy gracias al Señor por la obra que realiza en los corazones y en la vida de las personas. Fue muy hermoso poder compartir estos días con el P. Hugo Galdeano, el párroco de esta comunidad. Hemos sido compañeros del Seminario y ordenados con dos días de diferencia.
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