sábado, 31 de octubre de 2009
Anglicanos en la Iglesia católica
Días pasados se dio a conocer un hecho realmente importante para el restablecimiento de la plena unidad visible de la Iglesia. A través de una Constitución Apostólica de pronta aparición, el Santo Padre Benedicto XVI ha dejado abierta la puerta a aquellos anglicanos que, desde hace ya mucho tiempo, vienen pidiendo la comunión con Roma.
Como era de esperar, esta iniciativa del Papa ha suscitado las más diversas reacciones. La prensa suele privilegiar las más negativas, como por ejemplo el lamentable artículo que ha publicado el teólogo disidente Hans Küng.
Como no soy experto en el tema, me ha parecido útil aconsejar la lectura de alguien que sí conoce -y muy bien- el tema. Se trata del español Adolfo González Montes (en la foto), Obispo de Almería y presidente de la comisión de ecumenismo del Espiscopado español. González Montes es, además, un conocido teólogo especializado en temas ecuménicos. Bajo su asupicio se ha publicado en lengua española el Enchiridion ecuménico que reúne los principales acuerdos logrados entre las Iglesia en estas últimas décadas, y otros textos ecuménicos de importancia.
Nótese, por ejemplo, la afirmación que hace González Montes acerca de la experiencia que los anglocatólicos tienen del progresismo ideológico (lo que Newmann denominaba: "el liberalismo"), y su efecto devastador sobre el cuerpo de la Iglesia. Una buena advertencia para nosotros.
Aquí el link con una carta pastoral en la que explica el tema:
http://revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=13347&Itemid=1.
Espero que sea provechosa. Un saludo,
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Dado el carácter público de los blogs que actualmente existen en la web inicio mi participación en el suyo.
ResponderEliminarDebo decir que es positivo que un obispo católico-romano se anime a exponer sus pensamientos y que los mismos puedan ser debatidos. Aunque en su caso es difícil encontrar sus propias ideas primero, porque hasta ahora se ha limitado a relatar sus experiencias, y segundo porque sus comentarios sólo repiten doctrina católica de manera acrítica. Sería bueno que se atreviera a expresar sus propios pensamientos, si los tiene.
Vamos a los comentarios a su post sobre los anglicanos:
1)Respecto a la unidad de los cristianos: es poco creíble la tan mentada unidad mientras existen sectores en el catolicismo que son discriminados y con los cuales no existe diálogo. Ejemplos, divorciados vueltos a casar, comunidades homosexuales, diversos colectivos de mujeres, curas casados con hijos, sectores partidarios de la teología de la liberación, y vastos sectores de laicos a los que se les impone desde un monaguillo hasta un obispo. Para que la unidad sea creíble el ejemplo debe empezar por casa ¿no?
2)La unidad tampoco de refleja en la opinión de los obispos dado el carácter secreto de las deliberaciones, que no se publican. Es decir, es una unidad ficticia.
3)Es un hecho que la incorporación de los anglicanos tradicionalistas no representa nada nuevo ya que hace tiempo que habían decidido pasarse al catolicismo por no admitir la ordenación de mujeres ni el matrimonio de homosexuales. El eco que ha tenido en las comunidades católicas es discreto. Asimismo, quienes se muestran alegres quedan bastante mal parados en cuanto al respeto e igualdad que merecen las mujeres y los homosexuales.
4)En cuanto a las reacciones a las que refiere, es obvio que tanto los medios como la opinión pública no valora la incorporación de los ultras como algo positivo. Alegrarse porque ingresan a una institución sujetos que no toleran la igualdad de derechos es bastante triste y pinta de cuerpo entero al que está a favor (de la discriminación, obvio)
5)No fundamenta Ud. la descalificación del artículo de Küng. No sólo este sino varios colectivos disidentes que componen el catolicismo actual han protestado por la incorporación de los ultras.
6)Habla Ud. de “la experiencia que los anglocatólicos tienen del progresismo ideológico”. Pero es que es la misma que el integrismo católico tiene de los sectores disidentes dentro de la iglesia. Su iglesia está tan dividida como la anglicana. La diferencia es que en la suya existe la censura, la delación y la persecución, seguidas del secreto. En el anglicanismo hay libertad para debatir.
7)En cuanto a la carta del obispo de Almería, no hace otra cosa que negar (sin fundamentos), lo que se sabe: el proselitismo religioso católico (ya lo practicaban en Rusia).
8)La cita que ese señor hace del Vaticano II contradice lo que Ratzinger sostuvo en Dominus Iesus. Crear un ordinariato como el castrense deja ver lo caduco de las estructuras católicas. La “convergencia doctrinal” a la que hace referencia es sólo con los grupos ultras, no con la totalidad de los católicos ni anglicanos. Respecto al peligro del cambio eclesial que pueda poner en peligro “la estructura sacramental de la fe no menos que la moral… esta última ya ha sido bastardeada por el propio clero católico ¿de qué ejemplo moral habla?
9)El otro sector discriminado es el de los curas católicos casados y tratados como parias por su institución. Pero esto puede ser un “a priori” si a futuro les abre las puertas de nuevo al pleno ejercicio del ministerio. Ya existían curas anglicanos casados en su institución lo que siempre configuró una discriminación.
10)En definitiva, de sus breves palabras se infiere el modelo de iglesia que Ud. propugna: la que discrimina y expulsa gente. Todo un ejemplo de tolerancia y pluralismo.
Un saludo cordial.
Carlos Lombardi.
Abogado. Prof. de Dº Constitucional U.N.Cuyo.
Estimado Monseñor: le escribo para hacerle una consulta con respecto a este tema:
ResponderEliminar- Hasta donde yo sé, los anglicanos deben ser re-ordenados al pasarse a la iglesia católica por disposición de León XIII si mal no recuerdo. Si esto es así cuando ellos "celebran la cena del Señor" no consagran nada o si? Le agradecería una breve aclaración. Por lo demás a la palabras necias oídos sordos.
Fnn
Fennian: Es verdad, León XIII reconoció que las ordenaciones anglicanas son inválidas. Los ministros que se intregan a la Iglesia católica deben ser ordenados. Por lo mismo, tampoco se considera válida la celebración eucarística. Sin embargo, el Concilio Vaticano II reconoció que la cena del Señor en las comunidades reformadas posee un valor espiritual como conmemoración de la pasión del Señor (cf. Unitatis redintegratio 22).
ResponderEliminarDr. Lombardi. Usted pone sobre la mesa muchos temas . Opinar sobre todos sería demasiado para este espacio. Aunque no fue su intención, le agradezco que diga que yo repito doctrina católica. Es un elogio inesperado para mí, como obispo.
Retomando el tema de los anglicanos, solo digo dos cosas: 1) coincido con usted que se trata de algo conocido y previsible; 2) sin embargo, creo que el restablecimiento de la plena unidad visible entre los cristianos es un hecho positivo. Habrá que esperar el curso de los acontecimientos: qué figura canónica se usará, cómo se integrarán las ricas tradiciones espirituales, teológicas y litúrgicas que poseen, la comunión con Roma y con las otras Iglesias locales. Yo evitaria juicios demasiado apresurados.
Entiendo que se les está diseñando una suerte de ordinariato (como el casternse)o eparquía. No funciona la figura de la Prelatura, pues carece de derechos litúrgicos propios, que son los que estos agudos ingleses no quieren negociar, conociendo lo volátil del status quo litúrgico romano.
ResponderEliminarRespecto a la validez sacramental, sabía de la norma leonina, ¿pero no se hicieron reordenar en masa por obispos ortodoxos ante la duda de que se hubiera cortado la sucesión apostólica?
Siempre entendí que la "reordenación" de los conversos era "sub conditione"... por si las moscas, digamos; como se hace con algunos bautismos.
Y no desde la certeza de la invalidez.
Pero le creo más a Monseñor que a mí mismo.
Me he preguntado en estos días cuál hubiera sido la posición de Jack Lewis... si habría dado el paso o no. Qué emocionante hubiera sido para su amigo Tolkien, y para tantos otros. Claro que hubiera dejado de ser el "Moisés" que fue: el que a muchedumbres muestra la Tierra, sin entrar él.
Lo más confuso al momento parece ser cómo siga la disciplina respecto a futuros ordenandos del TAC: si tendrán que ser célibes o no. Entiendo están en plena pulseada engordar o enflaquecer los márgenes para la derogación del canon 277. Para los ya casados es claro el uso actual (desde la época de Pablo VI); no así qué pasaría con cientos de seminaristas y sobre todo: qué con los que vengan.
Tampoco sé si han previsto una buena "válvula inversa" para asegurarse que no se pasen católicos cansados de la progresía al uso anglicano; o la avivada del siglo: poder ser cura y casarse sin salirse del catolicismo.
Largo debate se nos abre también en torno a la Liturgia que estos anglicanos -sin reformas- llevan adelante desde la Reforma. Es todo una paradoja que los Reformados nos estén ayudando ahora a nosotros a reformar nuestra deformada reforma.
Para quien quiera balconear un poco de Liturgia anglicana:
http://www.youtube.com/watch?v=rPrTAHRlOI0
O escuchar una síntesis del asunto:
http://www.youtube.com/watch?v=rRXDsL0d244
FRM
Monseñor: gracias por la respuesta! Que la duda aclarada.
ResponderEliminarEstimado FRM me permito hacer un aporte, según pude leer hace muy poco tiempo en el Denzinger-Hünerman la ordenación de los anglicanos "no es bajo condición" (lamento no tenerlo a mano para citar bien página en cuestión), lo dice explicitamente. Por lo pude leer hay un defecto de forma y de intención en los rituales que usaron casi por cien años. De cualquier manera vale la pena seguir investigando.
Fennian
Sergio:
ResponderEliminarLos temas que he planteado no son otros que los que Ud. - brevemente - hizo referencia. Tiene que tomar coraje para analizar con un poco más de hondura los temas que trata, si es que quiere dialogar y debatir con sus comentaristas. De lo contrario, sólo es un monólogo de su parte.
Respecto al “elogio”, si estuviese en su lugar me preocuparía que me dijeran que no tengo ideas propias, pero como dice el refrán “sarna con gusto, no pica”.
Coincido con Ud. en evitar juicios apresurados, por eso dé el ejemplo y no diga que “el restablecimiento de la plena unidad visible entre los cristianos es un hecho positivo”. En su momento habrá que ver si fue positivo o no. Debería fundar dónde está lo positivo en incorporar a sujetos que avalan la discriminación de mujeres y homosexuales.
De todos modos se puede opinar, anímese.
Saludos.
Carlos.
Estimado doctor sin doctorado, Carlos: casos como el suyo, más allá de cierto aire old fashioned de un setentismo que tanto al posmoderno pagano como al posmoderno cristiano le resulta un tanto dinosáurico, digo, casos como el suyo nos hacen mucho bien a los cristianos.
ResponderEliminarKarl Popper diría: son las pruebas de falsación a las que hay que someter toda hipótesis para verificarla.
Si hubiéramos de reescribir la napolitana Suma de Teología para tiempos actuales, su “aporte” nos ayudaría en la redacción de esas cientos de páginas que componen el comienzo de cada cuestión: “todo hace pensar que no, porque...” espoloneándonos la mollera y tirándonos el centro para poder cabecear los “no obstante lo cual”.
Cabría hacerlo con cada una de las prendas que cuelga Usted en el tendedero.
Me tienta lo de la mujer (¿sabía Usted que es lo más delgado del hilo con los anglicanos el rol y rango que una Mujer —la Virgen María— tiene en la Iglesia católica?) pero más miga tiene esto último que apunta sobre el pensar con ideas propias o ajenas.
Suya es la objeción, que me veo tentado de pulirla y engordarla un poco, pero dejémosla nomás en la formulación un tanto ramplona que Usted le dio.
El “Sed contra” habría que ver cómo zipearlo, porque desde aquello de pensar cual enanos sobre los hombros de gigantes de Platón, hasta la famosa carta de Albert Einstein sobre los colectivos pensantes y la maravilla que implica pensar no sólo con el dato sino con la mente ajena, pasando por san Pablo y su pensar “con la mente de Cristo”, y Kierkegaard alentando a “la apropiación objetiva de la subjetividad ajena”, qué se yo: hay para todos los gustos (no se lo cito al doctor Común, por si no ha tomado Usted hoy su Loratidina).
El “Respondeo dicendum quod” se lo dejamos al maestro en la fe y dueño del blog: ojalá nos regale en algún futuro post la sabrosa explicación sobre este arte de pensar desde un depósito ajeno... como si nos dieran una tarjeta Banelco de una multimillonaria cuenta ajena. Y nos dijeran: extraé lo que precises, con libertad. Y compráte (con esa plata, no con otra) lo que quieras: con libertad también.
Como decía Guitton: es el inmenso abismo que diferencia a un librepensador de un pensador libre.
FRM
ps: olvidaba, para su desasne, le comento que “ortodoxia” —esa palabrita puntiaguda— lo que lleva en su punta justamente (doxa) no refiere a “opinión” sino a “glorificación”... no sé si logra maniobrar la no tan sutil distinción. Y sabé qué?, acabo de ejercer lo que a Usted tan poco le gusta: aunque pensé “por” mí mismo, no pensé “desde” mí mismo: la frase es de Benedicto, en el Prólogo que escribió hace poco a la edición alemana de su Opera Omnia.
FRM:
ResponderEliminarGracias por leer mi comentario.
El suyo se dirige a mi persona. Que yo sepa no fui sujeto ni objeto del comentario del autor respecto a los anglicanos. Si no le gusta que el autor me llame Dr. está en su derecho, pueden ser celos. Lo entiendo.
De sus palabras no se desprende nada que aporte al debate del tema que el autor planteó. Comprendo que su impotencia y su rabia no le permitan exponer sus argumentos. Con argumentos emocionales no se debate, sino con argumentos lógicos y sobre los hechos en cuestión. Ni uno ni otro aparecen en su comentario. Puede ser producto del miedo que lo mueve, analícelo. Tiene que aprender a debatir, o mejor dicho, animarse. Entiendo que dentro del integrismo católico haya poco debate, pero nunca es tarde.
El autor no tiene ideas propias; Ud. se maneja con emociones y rabia. Cuando esté dispuesto a debatir sobre la incorporación de los ultras anglicanos a su iglesia (tema a discutir), me avisa. Un saludo cordial.
Carlos Lombardi.