sábado, 31 de octubre de 2009

Anglicanos en la Iglesia católica



Días pasados se dio a conocer un hecho realmente importante para el restablecimiento de la plena unidad visible de la Iglesia. A través de una Constitución Apostólica de pronta aparición, el Santo Padre Benedicto XVI ha dejado abierta la puerta a aquellos anglicanos que, desde hace ya mucho tiempo, vienen pidiendo la comunión con Roma.
Como era de esperar, esta iniciativa del Papa ha suscitado las más diversas reacciones. La prensa suele privilegiar las más negativas, como por ejemplo el lamentable artículo que ha publicado el teólogo disidente Hans Küng.
Como no soy experto en el tema, me ha parecido útil aconsejar la lectura de alguien que sí conoce -y muy bien- el tema. Se trata del español Adolfo González Montes (en la foto), Obispo de Almería y presidente de la comisión de ecumenismo del Espiscopado español. González Montes es, además, un conocido teólogo especializado en temas ecuménicos. Bajo su asupicio se ha publicado en lengua española el Enchiridion ecuménico que reúne los principales acuerdos logrados entre las Iglesia en estas últimas décadas, y otros textos ecuménicos de importancia.
Nótese, por ejemplo, la afirmación que hace González Montes acerca de la experiencia que los anglocatólicos tienen del progresismo ideológico (lo que Newmann denominaba: "el liberalismo"), y su efecto devastador sobre el cuerpo de la Iglesia. Una buena advertencia para nosotros.
Aquí el link con una carta pastoral en la que explica el tema:
http://revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=13347&Itemid=1.
Espero que sea provechosa. Un saludo,

viernes, 30 de octubre de 2009

Justicia y solidaridad

Transcribo a continuación una declaración de "Caritas Argentina" y la Comisión nacional "Justicia y paz", acerca de la asignación universal decretada por la Presidenta:


Tal como fue anunciado por la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se extiende la asignación familiar por hijo a una población que no estaba alcanzada (hijos de desocupados y trabajadores informales). De esta manera se establece una nueva igualdad de derechos que corrige fuertes inequidades y se avanza hacia un sistema de seguridad social más justo.

El diálogo que se ha llevado a cabo en estos días mostró un fuerte consenso en avanzar hacia un ingreso universal a la niñez. Aspiramos que esta iniciativa del Poder Ejecutivo pueda verse plasmada en una ley, debatida y consensuada por todos, que brinde el marco jurídico adecuado para una política de Estado a largo plazo.

Ciertamente esta asignación no soluciona las causas estructurales de la pobreza pero significa un importante paso para aliviar la indigencia, al otorgar un mínimo de ingresos que muchas familias y hermanos nuestros estaban necesitando.

Quedan todavía pendientes por conocer aspectos prácticos vinculados con la implementación de este importante anuncio. Que el Señor nos ilumine a todos para seguir trabajando en la construcción de una sociedad más equitativa, con políticas de Estado complementarias para asegurar un desarrollo humano integral de cara al Bicentenario de la Patria (2010-2016).
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Fiesta de la familia


El pasado domingo tuvo lugar la Fiesta de la Familia, organizada por el Secretariado arquidiocesano de pastoral familiar. Presidí la Misa a las 18:30 hs. en el Prado Gaucho del Parque. Asistieron alrededor de 250 personas.
El lema del encuentro fue: "Familia, esperanza de hoy".
Así se expresa nuestro Plan de Pastoral:

"Proponer a todos la buena noticia cristiana del amor humano y la sexualidad, del matrimonio y la familia para que, con alegría y esperanza, las familias vivan su vocación y misión al servicio de la vida plena, ante los desafíos del presente" (PDP 4.2.5)

En el difícil contexto cultural que vivimos, la opción por la familia es prioritaria en la misión de la Iglesia.
Gracias a Dios, son muchas las personas y grupos que están desarrollando una intensa acción en este sentido.
Esta iniciativa es un pequeño paso, como una semilla que se deposita con gran esperanza. Estoy convencido que Dios la bendice para que fructifique.

jueves, 29 de octubre de 2009

Violencia y esperanza

La violencia sexual es un problema muy grave de nuestra sociedad. Las mujeres y los menores son sus víctimas.
Se trata de un síntoma muy elocuente de un deterioro humano de proporciones. El síntoma nos debe ayudar a examinar la complejidad de causas que convergen para que se desate este tipo de violencia.
Sin duda que un peso importante tienen las causas culturales: el machismo, por ejemplo.
Fortalecer la familia y la escuela, aparecen como dos caminos también convergentes. Se ha hablado mucho del rol de una y otra en la eduación afectiva y sexual de niños y adolescentes.
Sus esfuerzos en este sentido, serían insuficientes, sin embargo, si no pudiéramos activar una renovación espiritual y moral de la entera vida social que nos implicara a todos.
En esto, creo que las comunidades religiosas puede funcionar como factores importantes, generadoras de un nuevo humanismo. De hecho así lo hacen.
La fe confiada en el Dios de la vida es clave en todo esto; ofrece una Razón valedera para vivir. La esperanza cristiana tiene sustancia, porque se apoya en el Dios vivo que también es el Dios que no miente. En Dios se puede confiar en sentido absoluto.

obispos

Les decía que he tenido una agenda bastante abultada. El viernes y sábado pasados tuvimos el encuentro de Obispos de la Región Cuyo en San Rafael. Argentina está divivida en regiones pastorales que reúnen a los obispos de una misma zona geográfico-cultural, a fin de acrecentar la comunión y la misión apostólica.
Desde el año 2002 funciona la Región Cuyo que integra a las diócesis de San Juan, San Luis, San Rafael, La Rioja y Mendoza.
Los obispos se reúnen dos veces al año. Como la diócesis de San Rafael celebra a su patrono el 24 de octubre, para esa fecha nos trasladamos al sur de Mendoza.
Para mí, como obispo nuevo, es un experiencia también nueva y muy rica. El trato entre los obispos es muy fraterno, franco y directo. Yo, por ejemplo, me he sentido muy bien recibido e integrado.
En estos encuentros abordamos distintos temas, en una agenda exigente e intensa. Cada uno sigue algún aspecto de la pastoral de la Región. A mí me ha tocado la pastoral juvenil. Mons. Arancibia, la pastoral sacerdotal.
Solemos retomar los temas que hemos tratado en la Asamblea de obispos, u otros que tienen que ver con nuestra misión. Sin duda que los sacerdotes, el Seminario, Caritas y los jóvenes son cuestiones recurrentes.
Esta vez, en San Rafael, acordamos dedicar una atención más grande al problema de la droga y la pastoral de las adicciones. El obispo de San Luis, Mons. Jorge Lona, ha venido estudiando el tema y nos ha propuesto una serie de consideraciones interesantes. Es un problema grave que debe ser enfocado pastoralemte desde distintos ángulos: los niños, adolescentes y jóvenes, la prevención. la corrupción que permite y alimenta este comercio siniestro, la concientización de nuestras comunidades, de las familias y centros educativos.
En fin, esperamos dedicarle mayor atención a un tema delicado.

miércoles, 28 de octubre de 2009

La escuela católica

No escribo desde el pasado jueves 22 de octubre. Casi una semana. En pocos días ha habido una sucesión bastante intensa de actividades que me han absorbido. Hoy, por ejemplo, he estado todo el día en una Visita pastoral al Colegio "Virgen del Carmen de Cuyo" de Maipú.
Las escuelas católicas tienen una gran vitalidad. En estos meses he podido visitar varias. Y, de cada una, he vuelto gratamente sorprendido.
Me ha llamado la atención el fuerte grado de identificación que, tanto los alumnos y sus familias, como los docentes, directivos y el resto del personal, tienen con la escuela, con su historia, con el carisma fundador, con el edificio.
Se trata, en general, de centros educativos que reciben chicos y adolescentes de un estrato social medio; es decir: hijos de trabajadores y profesionales.
Enfrentan muchísimos problemas, sin embargo, percibo un gran espíritu de familia y un tesón en la lucha que son dignos de mencionar.
Son tiempos difíciles para quien siente la vocación docente. Pienso que las comunidades cristianas deberíamos desarrollar un mayor compromiso con el mundo de la educación. Es para pensar.

jueves, 22 de octubre de 2009

Al cielo te lleven los ángeles

Al concluir la celebración de anoche me avisaron que partió al cielo la mamá del P. Roberto Juárez, sacerdote diocesano de Mendoza, actualmente Capellán de la cárcel.
Como señalé días atrás, Roberto preparó y acompañó mi reciente visita al Penal. Allí pude comprobar más directamente su entrega evangélica al servicio de internos y penitenciarios.
Los invito a todos a orar por el descanso eterno de su mamá, por él y su familia. En estos momentos, Roberto debe estar en Buenos Aires para el sepelio. Según nos ha dejado dicho, próximamente celebrará aquí en Mendoza una Misa por el descanso de su alma.
Nosotros rezamos con la piedad litúrgica de la Iglesia:
Vengan en su ayuda, Santos de Dios; salgan a su encuentro, Ángeles del Señor. Reciban su alma y llévenla a la presencia del Altísimo.
Cristo que te llamó, te reciba y los ángeles te conduzcan al seno de Abrahám.
Concédele, Señor, el descanso eterno y brille para ella la luz que no tiene fin. Amén

Servir la Vida

Ayer 21 de octubre fue el aniversario de la dedicación de la capilla del Seminario. Tuve la alegría de presider la Eucaristía en la que se confirió el Ministerio del Lectorado a Cristian Brito y Miguel Ángel Valdéz, y el Ministerio del Acolitado a Silvio Feudale, Leonardo Di Carlo y Germán Lledó. Es la primera celebración de este tipo que presido. Confieso que, no obstante todo, empecé un poco nervioso. De todos modos, la celebración fue muy bella y sentida. El clima orante y celebrativo expresó aquella “sobria embriaguez” del Espíritu que constituye el ideal de toda celebración litúrgica.

Esta primera foto recoge el momento en que los nuevos ministros Lectores y Acólitos renuevan su consagración a María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.

En este Año sacerdotal a la vez que suplicamos a Dios por la santidad de nuestros seminaristas y sacerdotes, damos gracias por sus personas.

En la web del Arzobispado podrán econtrar mi homilía. Inspirándome en los textos bíblicos propuestos por el Leccionario, hablé de los ministerios como servicio a la Vida que Jesús nos da.

Un saludo en el Señor.

Ah, las fotos son de Edgardo

Fretes.

miércoles, 21 de octubre de 2009

“A pulmón”


Como les conté en mi último artículo, lunes y martes realicé una visita a la Penitenciaría. En rigor de términos a las dos unidades: a la vieja cárcel de Boulogne sur mer y el complejo más nuevo de San Felipe.
Tres cosas me impactaron: los jóvenes alojados, las condiciones de vida de internos y penitenciarios, y el compromiso de quienes trabajan para recuperar a los internos.
Los jóvenes. Algunos casi niños. Yo he trabajado con jóvenes durante quince años. Tal vez, por eso, me impactó tanto. Tuve tres encuentros más prolongados con ellos en algunos pabellones. Los escuché, pronuncié pocas palabras y, al final, rezamos juntos. Los bendije imponiéndoles las manos. Repito: algunos, casi niños.
La vida. Es cierto, es una cárcel, un lugar donde se cumple una pena, un penal. Lo es para todos, incluso para los penitenciarios. La comida, la higiene, los lugares y medios de trabajo, el contacto diario con situaciones extremas. La frase que más escuché: “esto lo hicimos nosotros como todo acá: a pulmón”. Lo escuché de los guardias, las autoridades, los profesionales de la salud, los maestros, los agentes de pastoral, también los internos. Recordé muchas cosas que solía decir el P. Jorge Contreras.
El compromiso. La gente común -decía uno de los personajes de Tolkien- mueve las ruedas del mundo. Yo añado: la gente común y buena. ¿Un ejemplo? Tres jóvenes bioquímicas en un cuarto pequeñísimo, con instrumentos añejos logran llevar con competencia un seguimiento de los internos, y son 900 solo en Boulogne (en San Felipe hay 700 más). Bueno, y el P. Roberto y equipo.
En fin, me queda mucho dando vuelta en el corazón.

domingo, 18 de octubre de 2009

"Conmigo lo hicieron"

Queridos amigos: Les pido una oración. Mañana y pasado voy a realizar una breve Visita pastoral a la Cárcel. Lo venimos planeando con el P. Roberto Juárez y otros integrantes de la Pastoral penitenciaria, desde el año pasado.
Acompánenme con su oración. Si me aceptan la sugerencia: con el rezo del Rosario de Nuestra Señora.
Voy como obispo, es decir como pastor, al encuentro de una porción sufriente del rebaño de Cristo. Pero voy también como discípulo de Jesús, a visitarlo a Él que dijo: "cada vez que hicieron esto con uno de mis hermanos, conmigo lo hicieron".
Les transcribo la oración del Misal romano por los encarcelados:
Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
sólo tú conoces los corazones, reconoces al justo
y puedes justificar al culpable.
Escucha nuestros ruegos por tus hijos encarcelados,
para que tengan paciencia y esperanza en su aflicción,
y puedan reintegrarse pronto y sin obstáculos
a su vida cotidiana.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

sábado, 17 de octubre de 2009

Sagrario


Hoy bendije la capilla del Santísimo Sacramento de la Parroquia “Santa Bernardita”. El P. Miguel López D’Ambola, su párroco, logró renovar este espacio sagrado con algunos elementos litúrgicos recibidos en donación de las Hermanas de San José.
En la Misa hice una catequesis sobre la Eucaristía, el Sagrario, la oración de adoración y el sentido de lo sagrado. Tomé como punto de partida, la bella expresión de la Carta a los Hebreos: “Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno” (Hb 4,16).
La Eucaristía es la actualización sacramental del sacrificio pascual de Cristo, que entrega su vida en rescate de la multitud. Escuchamos la Palabra que Dios nos dirige y, así alimentados por ella, nos volvemos al Señor para la Acción de gracias. Este doble movimiento marca el ritmo de la vivencia eucarística: escuchar la Palabra que viene a nosotros, y unirnos al Señor que se ofrece a sí mismo al Padre en el Espíritu Santo.
El Sagrario custodia la presencia del Señor en medio de su pueblo. La liturgia manda que las especies eucarísticas sean rodeadas de un escrupuloso cuidado, signo del amor de la Iglesia esposa por el Esposo. El tabernáculo es punto de referencia para la oración de los fieles.
La actual crisis de la Iglesia es una crisis de oración, de adoración y del sentido de la Eucaristía. En ella se encuentra la fuerza que transforma el mundo, y el secreto de una auténtica renovación espiritual y de una reforma de vida.
La dignidad del culto, el espíritu de alabanza y adoración, como también una revitalización del sentido de la presencia real de Cristo en la Eucaristía son senderos pastorales claramente delineados por la Iglesia. También en nuestro Plan de Pastoral.

jueves, 15 de octubre de 2009

Teresa de Jesús


Hoy quería escribir algo sobre Santa Teresa de Jesús. Es su memoria. Esta mañana celebré la Misa en el Carmelo. Allí es solemnidad. Quería escribir dos palabras sobre esta gran mujer, pero lo de Saramago me ganó de mano. De todos modos, no quisiera dejar pasar el día sin decir dos palabras. En realidad, no son mías, sino las de la Iglesia orante.
Transcribo la oración colecta de la Misa de hoy:
Dios y Padre nuestro, que por la acción de tu Espíritu elegiste a santa Teresa de Jesús para mostrar a la Iglesia el camino de la perfección, concédenos alimentarnos siempre con su doctrina espiritual y arder en deseos de verdadera santidad.

¿Qué nos enseña esta Doctora de la Iglesia? Entre tantas buenas cosas, que la búsqueda de Dios nunca cesa, que la oración es más necesaria que el aire, y que el Dios amor es, en realidad, el que nos busca, porque nos ama y quiere comunicársenos como Amigo y Esposo.

Honrar la verdad

José Saramago ha vuelto a expresarse en un tono bastante áspero sobre Benedicto XVI y la Iglesia católica. Ha calificado de “cinismo intelectual” la actitud del Papa porque -según su opinión- invoca a Dios sin haberlo visto. Habla también de las “insolencias reaccionarias” de la Iglesia.
Dejando de lado la pirotecnia verbal, creo que hay que prestar atención a esta afirmación: “A las insolencias reaccionarias de la Iglesia católica hay que responder con la insolencia de la inteligencia viva, del buen sentido, de la palabra responsable. No podemos permitir que la verdad sea ofendida todos los días por presuntos representantes de Dios en la tierra a los que en realidad sólo interesa el poder”.
Pongamos entre paréntesis -al menos esta vez- su valoración negativa de la Iglesia y sus representantes. Aunque por razones distintas a las suyas, estoy de acuerdo con su apelación a un ejercicio insolente “de la inteligencia viva, del buen sentido y de la palabra responsable”. De hecho, constituye una tarea a la que ningún católico debería rehuir. Todo lo contrario. Casi me atrevería a decir que con esos mismos términos se podría ensayar una definición de la teología cristiana: inteligencia viva de la fe, desarrollada con buen sentido y expresada a través de un discurso responsable.
Honrar la verdad, en todas sus manifestaciones, es el programa del pontificado de Benedicto XVI. Su reciente encíclica social, llamada justamente: “Caridad en la verdad”, es un testimonio elocuente del poder espiritual y moral de la verdad en campos tan concretos como la economía, la política y el desarrollo social.
Sigue siendo una gran verdad que hay que escuchar a los ateos.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Contagiar esperanza


Cada año se confirman en Mendoza alrededor de 10.000 personas. La mayoría son adolescentes y jóvenes. El comentario más común que suelen hacer sacerdotes y catequistas suena más o menos así: “Sí, son muchos. Aunque, después de la Misa de confirmación prácticamente desaparecen todos”.
Es un problema pastoral serio. Aquí y allá se ensayan nuevas formas de catequesis. Es notable el esfuerzo creativo de muchas comunidades cristianas en este orden. En estos últimos años, algunas parroquias han puesto en marcha experiencias muy buenas que apuntan a la personalización de la fe. Es decir: a vivir la fe como un encuentro con Jesucristo que orienta toda la vida.
Pienso que sería muy bueno que las parroquias intercambiaran experiencias en este campo. A mí me admira el empeño y la perseverancia de tantos curas y catequistas en este campo. Hoy por hoy no es sencillo entrar en el mundo juvenil. Mucho más, cuando se trata de “contagiar esperanza” y ofrecer un horizonte de sentido a la vida.
¡Benditos los que, con un corazón grande, aman a los jóvenes, desgastándose por ofrecerles el Evangelio de la vida!
A través del esfuerzo de ellos percibimos el rostro y la pasión del Dios amor, que ama especialmente a sus hijos más pequeños.

martes, 13 de octubre de 2009

Homilía en Panaholma


El pasado domingo presidí la Eucaristía en Panaholma, en el marco del IV Encuentro Nacional de Seminaristas teólogos. La blanca capilla, recién restaurada, fue obra del Cura Brochero. Publico aquí las ideas fundamentales de la homilía que pronuncié. Me habían pedido un especial acento en las misiones, por ser ese domingo la Jornada mundial de las misiones.

Homilía

Venimos a Brochero a buscar una enseñanza para la vida. El Seminario es sobre todo eso: una escuela de vida, un lugar y un tiempo en el que aprendemos a vivir de un modo determinado: como pastores del Pueblo de Dios.
Hemos venido a Brochero porque sabemos que aquí un hombre aprendió a vivir, a luchar y a morir como cura, como pastor, como misionero del Evangelio. Estamos haciendo el esfuerzo de oir su enseñanza y de dejarnos educar por este auténtico maestro de vida.
La primera lectura de hoy, tomada del libro de la Sabiduría, casi nos permite escuchar la voz del Cura que, con las palabras inspiradas de las Escrituras santas nos dice a nosotros hoy: “Oré, y me fue dada la prudencia, supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y tuve por nada las riquezas en comparación con ella… La amé más que a la salud y a la hermosura, y la quise más que a la luz del día, porque su resplandor no tiene ocaso”.
Nosotros sabemos que esta Sabiduría de Dios, preferible a todas las riquezas del mundo, es mucho más que un conjunto de conocimientos. Es una Persona: Jesús, el Señor, Logos y Sabiduría de Dios encarnada. Él es nuestro auténtico Maestro de vida. Él nos enseña a vivir.
El relato evangélico que hemos escuchado nos muestra justamente a Jesús empeñado en hacer comprender que en su Persona se juega de verdad la vida eterna. “Por mí y por el Evangelio” subrayará al retomar la confesión sincera de Pedro: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”.
Con el Cura Brochero, nosotros nos sentimos llamados a llevar Vida a nuestro pueblo. Sentimos la urgencia y el imperativo de la misión. Nos reconocemos discípulos misioneros de Jesús.
Aparecida ha sido un acontecimiento del Espíritu, portador de un fuerte impulso misionero que está encontrando una recepción esperanzadora en la mayoría de nuestras Iglesias diocesanas.
Repasemos el n° 32, pues contiene un mensaje que nos puede ayudar mucho:

"La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades; deseamos que la alegría de la buena noticia del Reino de Dios, de Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del camino, pidiendo limosna y compasión (cf. Lc 10, 29-37; 18, 25-43). La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios.
Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo."
(DA 29)


Brochero, como también el Santo Cura de Ars, son para nosotros maestros de vida en estas cosas.
La misión no es primariamente acción, sino irradiación de la luz de Cristo. Nada sustituye en la vida de la Iglesia al fuego que arde en un corazón que se ha dejado conquistar por el Señor.
No hay ningún otro principio eficaz de renovación eclesial y de conversión pastoral que la gracia de Dios que nos precede y acompaña, como hemos rezado al inicio de esta liturgia. Y cuando decimos “gracia” estamos quiriendo decir al Dios amor que se comunica gratuita y sorpresivamente a su criatura.
La Iglesia no crece por proselitismo, enseñaba el Papa en Brasil, sino por atracción. El Dios amor manifestado en la cruz de Cristo es la fuerza que atrae y transforma al mundo.
La misión es la irradiación de este amor.
María, causa de nuestra alegría, nos acompañe en este camino. Amén.

En las huellas de Brochero


Este fin de semana tuvo lugar en Villa Cura Brochero (Córdoba), el IV Encuentro nacional de Seminaristas teólogos, con el lema: “Con el Cura Brochero, convocados a vivir en Jesús, y llamados a dar vida”.
Participaron unos 380 seminaristas de 26 seminarios argentinos, acompañados de una treintena de formadores y seis obispos. De Mendoza asistieron los diez seminaristas que cursan teología en nuestro Seminario y el P. Mario Panetta, formador. Yo también los acompañé.
En torno a la figura de José Gabriel del Rosario Brochero se ha generado un movimiento de renovación espiritual y apostólica muy esperanzador para la Iglesia en Argentina.
El Cura Brochero es un modelo de santidad sacerdotal. Es decir: de aquella unión con Cristo que se da en el ejercicio del ministerio pastoral: anuncio del Evangelio, celebración de los sacramentos y pastoreo del pueblo.
La foto que ilustra este post captura el momento en que los seminaristas recorren el camino que unía Traslasierra con Córdoba, y que fuera iniciativa del Cura. Una obra de desarrollo social al servicio de lo que el Cura tenía en el corazón: que todos llegaran al corazón de Cristo.
Los pastores y los seminaristas tenemos un modelo a imitar en este tiempo en el que nos sentimos urgidos a comunicar la alegría de la fe a todos. ¡Ojalá que pronto se dé su beatificación! En este Año sacerdotal sería una gran bendición para todos.

jueves, 8 de octubre de 2009

Un saludo a todos



La página web del Arzobispado ha colocado la conexión con mi Blog. Espero sinceramente que este sea de verdad un espacio de comunicación en la fe.
No pretendo grandes desarrollos doctrinales ni exposiciones exhaustivas de temas. Mi objetivo es más modesto: desde mi condición de pastor de la Iglesia compartir con ustedes hechos, pensamientos y expectativas que brotan de la vida eclesial, de una mirada creyente sobre la realidad que nos toca vivir y de la pasión por el anuncio del Evangelio de Cristo.
Como indicaba en mi primer artículo, quisiera, sobre todo, ser un testigo del Evangelio de la Gracia de Dios, que es Cristo, nuestro Salvador.
María, N. S. del Rosario, camina con nosotros, enseñándonos a contemplar el Misterio de su Hijo.
Un saludo cordial a todos mis eventuales lectores.

martes, 6 de octubre de 2009

María, los jóvenes y nosotros


Hemos celebrado, un año más, a N. S. del Rosario. Ha sido, de verdad, una fiesta. La presencia masiva de los jóvenes es un regalo de Dios que tenemos que recibir como aquellos hombres que recibieron los talentos para hacerlos fructicar.
Recibimos a estos jóvenes de la mano de Jesús. Es como si Jesús dijera a su Iglesia diocesana: “Aquí tienes a tus hijos”. Que María nos ayude a profundizar nuestra acción pastoral. Como María, la Iglesia también es madre que da vida, educa y acompaña en el camino de la vida. La vida de nuestros niños y jóvenes es preciosa. Hoy, por muchas razones, este don sufre múltiples acechanzas. La responsabilidad de la sociedad, y de la Iglesia en ella, es particularmente exigente de cara al bienestar y desarrollo integral de los chicos.
En su reciente encíclica social (“Caritas in veritate”), el Papa Benedicto XVI dedica algunos párrafos muy lúcidos para destacar el valor del don y de la gratuidad como principios que estructuran toda la vida social, incluso y de manera especial, el mundo de la economía y la política. De la misma manera, el Papa destaca el primado de la categoría “relación” para la vida social.
Se me ocurre que estas cosas merecerán nuestra atención en adelante, en la medida en que los católicos nos sintamos urgidos a ofrecer nuestra aportación propia en la edificación de nuestra sociedad. Nuestros chicos merecen que trabajemos sin dejarnos vencer por el desaliento, a fin de darle un rostro auténticamente humano a nuestra sociedad, a la medida de la persona humana.
Bueno, estas cosas se me han ocurrido pensando en lo que vivimos el domingo. Un saludo a todos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Estudiando en Roma



Con un atraso de 15 horas he llegado a Mendoza. El vuelo de Alitalia que debía despegar a las 21:50 del viernes, lo hizo a las 13:30 del sábado. ¡Cosas que ocurren también en el primer mundo!
Al revisar las fotos que tomé en Roma me encontré con la que he puesto en este post. Se trata de una cena en un restorán romano. El menú: pizza. De izquiera a derecha, allí estamos: el que escribe, Diego Resentera y su mamá,y, finalmente, Mariano Cinquemani. Junto con Esteban Pavéz, Diego y Mariano son los tres sacerdotes mendocinos que están cursando estudios superiores en distintos centros universitarios de Roma: Diego estudia Teología dogmática en la Universidad Gregoriana; Mariano, Teología moral en la Academia Alfonsiana; y Esteban, Exégesis bíblica en el Instituto Bíblico.
Los tres viven, junto a una docena de curas, en el Colegio Argentino que funciona junto a la Iglesia nacional (la “Chiesa argentina”) dedicada a N. S. de los Dolores en la Plaza Buenos Aires.
Gracias a Dios, nuestra diócesis viene haciendo un gran esfuerzo en la formación superior de algunos sacerdotes que, culminados sus estudios en distintas disciplinas eclesiásticas, sirven en nuestra Iglesia en distintos campos pastorales, además de la docencia.
Para ello, ha sido necesario contar con la ayuda de distintas agencias internacionales católicas que, con gran generosidad, ofrecen becas de estudio para estudiantes de América latina. Entre ellas hay que nombrar a dos: Adveniat y Kirche in Not. Sin su aporte sería verdaderamente imposible tener sacerdotes estudiando en Roma u otros centros.
¿Por qué esta inversión? Por muchos motivos. Ante todo, porque la marcha del Seminario y otros institutos de formación como el Pablo VI, exigen profesores cualificados. Pero también, porque la misma acción evangelizadora -hoy más que nunca- supone el cultivo de una inteligencia de la fe que sea capaz de poner en relación la fe con la razón, la tradición católica con la cultura moderna.
Estamos trabajando para que esta posibilidad se abra también para los laicos. En Europa se ha hecho ya un camino en este sentido. Aquí en Mendoza, el Instituto Pablo VI viene cumpliendo una labor silenciosa, perseverante y cada vez de mayor calidad en este sentido. Es una necesidad fundamental contar con laicos -varones y mujeres- que hayan podido acceder, con rigor, método y competencia, al pensamiento teológico.